jueves, 2 de junio de 2011

Repicaron los tambores de Curiepe en honor a San Juan Bautista


Tal como lo indica la tradición, este miércoles 1° de junio se llevó a cabo el repique de tambores en honor a San Juan Bautista, en la localidad de Curiepe, municipio Brión del estado Miranda.

La fiesta, que inició a las 12:00 m y se prolongó hasta las 6:00 pm, congregó a una gran multitud de personas para celebrar la llegada de la época de lluvias en un ambiente lleno de música, sabor y tradición.

Adrián Monasterios, cronista oficial del municipio Brión, comentó que el primer día de junio se realiza un repique de tambores para honrar a San Juan Bautista y al mismo tiempo festejar la llegada de las lluvias; “la colocación de este evento natural significa –para nosotros- un abono para el cultivo, y esto se traduce en grandes cantidades de comida y en una buena cosecha. Por lo tanto, la lluvia para nosotros, en ese sentido, es bienvenida”.

 Asimismo, explicó que los tambores de San Juan Bautista son antiquísimos en esta población. Anteriormente el repique de tambor se realizaba por espacio de 10 minutos, posteriormente aumentó su duración a dos horas y en la actualidad durante toda la tarde del 1° de junio se realiza el repique de tambor.

La organización de esta festividad corre por cuenta de la colectividad, pues desde su llegada a esta región –hace 300 años aproximadamente- cada miembro de la comunidad aporta algo para hacer de esta tradición un espacio de hermandad y felicidad. Actualmente, esta festividad también recibe apoyo gubernamental para su desarrollo.

Se pudo conocer que esta tradición abarca otras poblaciones, entre ellas: Tacarigua, Chirimena, Aricagua, Tacariguita y Guayabal –todas pertenecientes al municipio Brión del estado Miranda.

La fiesta que no se ve
Por su parte, Casimira Monasterios, educadora e historiadora del arte, comentó que aunque algunas personas se han ido de Curiepe, éstas siempre tienen la necesidad de volver para celebrar las dos fiestas más importantes que tienen lugar en la región; una, es San Juan Bautista, en junio y la otra es el Niño Jesús, en diciembre. “En esos momentos se dan reencuentros entre los curieperos, casi de forma natural. La fiesta que no se ve es el encuentro familiar y vecinal que se vive en esos días”.

Con respecto a estas dos fechas aseguró que en diciembre se da la reafirmación del mundo hispano-católico-popular; mientras que en junio se experimenta la reafirmación de la africanidad.

“Para nosotros el toque y el baile del tambor es en honor a San Juan Bautista y en honor a nosotros mismos, como reafirmación en lo cultural; y esto para nosotros tiene toda una carga afectiva, porque es el legado que nos dejaron nuestros ancestros, es toda una conexión con el mundo cosmogónico nuestro”.

La también investigadora del Museo Nacional de las Culturas, añadió que el sentimiento de alegría que se genera en estos días no es el mismo de siempre, sino que es mucho más profundo, porque se guarda durante todo un año. “Son 362 días que tenemos que esperar para volver a festejar al ritmo del tambor”.

Encuentro con la tradición
Por su parte, Carlos Longa, representante de Tambores de San Juan de Curiepe, comentó: “Para nosotros, los curieperos, esta fiesta es muy significativa, porque después de esperar un año volvemos a reivindicar y a encontrarnos con nuestra tradición: los Tambores de San Juan de Curiepe”.

También reconoció que las familias que habitan este pueblo, resguardan muy celosamente esta tradición y se aseguran de ir contagiando a los niños con todo lo que gira en torno a esta fiesta.

En este sentido, señaló: “Desde chiquiticos ves a los niños llevando con orgullo su vestuario y esto contagia a los visitantes, quienes de alguna manera se visten tratando de estar acorde para la fiesta. Esta es una manera de resistencia a la transculturización”.

Sentimiento que corre por las venas
Carmen Rada, habitante de la zona, señaló que como miembro de esta comunidad siente que lleva esa tradición en la sangre. “Desde que tengo uso de razón estoy celebrando esta fiesta en la calle. Esta es una fiesta espectacular”, aseveró.

Agregó que este festejo es esperado por muchos con ansias locas. Aunque la gente tenga tropiezos y problemas siempre están pendiente de esta fiesta para venerar a San Juan.

“Yo invito a todo el país, y más allá de nuestras fronteras, a que vengan a disfrutar de la fiesta de San Juan, porque esto es lo máximo, aquí se disfruta como debe ser; además es un momento perfecto para encontrarnos con nuestras raíces y apropiarnos de ellas”, dijo Rada.
 
Fomentar la tradición es tarea de todos
Entretanto, la profesora Belkys Vargas, considera que los elementos que caracterizan a la fiesta de San Juan son: el vestuario -que por lo general debe llevar colores alegres y llamativos- la abundancia de comida y la venta de tambores.

“Esta tradición que llevo desde pequeña me la fomentaron mis padres, así como yo se la estoy fomentando a mis hijos, les he enseñado cómo deben vestirse, por qué se celebra, cómo debemos bailar y cómo debemos comportarnos. Nosotros no queremos que esta tradición se pierda, y pedimos a cada persona que nos visite, que tenga respeto hacia nuestras raíces”, manifestó la Profesora.

Finalmente, el artesano Augusto López expuso –mientras elaboraba un tambor de velorio- que este oficio no lo aprendió de nadie, sin embargo siente que fue escogido para sembrar esta semilla del conocimiento en todos y todas.

“Yo quiero que esto no se pierda. Deseo trabajar con las comunidades organizadas, con los consejos comunales y con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, para llevar cursos de elaboración de instrumentos a las diferentes comunidades. Estoy completamente comprometido multiplicar en otros mis conocimientos”, dijo.

Curiosidades
El cronista Monasterios detalló que este pueblo mirandino celebran dos fiestas por estos días, la primera en honor a San Juan Bautista –el 23, 24 y 25 de junio-, la cual proviene de España; y la otra, en homenaje a San Juan Congo, imagen que fue instaurada por nuestros afrodescendientes. “Esto se debió a que no tenían cabida dentro del mundo religioso español y se dieron a la tarea de realizar una escultura a imagen y semejanza del negro congo. Esta última celebración se realiza el fin de semana siguiente a la celebración de San Juan Bautista”, precisó. (Fin/Prensa MPPC)





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