Lunes, 6 de Jun de 2011. 10:44 am
Desde la época en que las radioemisoras transmitían en directo desde el sitio de los acontecimientos la misa, la Ofrenda Floral, la coronación de una reina, la fiesta o el hecho mismo de cualquier evento popular, siempre hemos escuchado que el 6 de junio, la familia radiodifusora celebra el Día del Trabajador de la Radio, conmemoración tan importante que parte como tal, en el año de 1944, cuando nació el Primer Sindicato De Radio en Venezuela.
Con el apoyo gubernamental, de la industria, del comercio y de todos los trabajadores se celebra tan magna fecha.
La radiodifusión en Venezuela comenzó en 1926, durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez, gracias a los conocimientos técnicos de Luis Roberto Scholtz y Alfredo Moller, y a la influencia política del coronel Arturo Santana, edecán del general José Vicente Gómez, hijo del presidente de la República. Con el nombre de AYRE, obtuvieron el permiso oficial el 25 de septiembre de 1925, que no sólo les concedía la exclusividad de las transmisiones, sino también la venta de los receptores. En mayo de 1926 empezaron las transmisiones con un Western Electric de 1 kw y una antena sustentada por torres de 65 metros de altura.
El auge de la Radiodifusión, después de la muerte del general Gómez y durante los gobiernos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, dio pie para que se produjera una legislación sobre el uso de los medios Radioeléctricos. Es así como aparecen la Ley de Telecomunicaciones, aprobada por el Congreso Nacional el 12 de julio de 1940, la cual derogó la ley anterior del 27 de julio de 1936; y el Reglamento de Radio Comunicación, promulgada el 7 de febrero de 1941. Con estos instrumentos legales, el Estado rige la comunicación Radioeléctrica, con un sentido más moderno de equidad y justicia.
La radio en la actualidad, sigue siendo tan importante y notable, como lo fue a principios de su lanzamiento, la variedad de programas inundan las estaciones a lo largo y ancho del país, dándole así la oportunidad a cada uno de los habitantes tener libre elección sobre qué oir y dónde hacerlo, esto pues forma parte de un proceso de inclusión que sólo se hace posible en gobiernos democráticos, con políticas de desarrollo social, económico, cultural y moral.
Inclusión y desarrollo
Es por ello que en Venezuela a partir del año 2003, luego del golpe de estado perpetrado al presidente Hugo Chávez, surgen estos medios alternativos, denominados "Radio Comunitaria" que se ha vuelto un elemento de primera importancia en la experiencia organizativa de los barrios y comunidades de Venezuela. Además de entregar la palabra al pueblo, le permite comprender la necesidad de la organización y encontrar las formas para actuar fente a los problemas.
Radio Comunitaria, Radio Rural, Radio Cooperativa, Radio Participativa, Radio Libre, Radio Alternativa, Radio Populares, Radio Educativa, etc., son algunos de los nombres que se le atribuyen a las Radio Comunitarias.
Recientemente se dio a conocer a través de la Asociación Mundial de Radiodifusores Comunitarios en su conferencia Anual que su real función y objetivos “Se refiere a si misma por medio de una variedad de nombres, sus practicas y perfiles son aún mas variados, algunos son musicales, otras son militantes, culturales, educativas, informativas etc..”.
La Radio Comunitaria se localiza tanto en áreas Rurales aisladas como en el corazón de las grandes ciudades, que nacieron por la iniciativa de personas preocupadas por sus comunidades.
El concepto de Radio Comunitaria hoy en día esta presente en nuestra Constitución, ya existe el reglamento que las regula y las faculta para operar libremente una vez obtenida la concepción de la frecuencia.
La Inclusión forma parte de la democratización de los espacios radioeléctricos, durante el mandato del presidente Chávez, ya que toda la comunidad, la cual esta conformada por un conjunto de personas que residen en nuestra población y que están vinculadas estrechamente por una problemática común y características geográficas, históricas y culturales, sin discriminación de profesión, educación, raza, credo, sexo, etc; pueden formar parte de estos medios alternativos.
Los ciudadanos pueden participar como productor comunitario después de haber sido capacitado y acreditado por el operador, productor independiente, generando contenidos sonoros y audiovisuales, cónsonos con el objeto de los medios comunitarios, personal voluntario para la coordinación y ejecución de actividades de salud, deportivas, culturales, etc, que se promuevan desde y para el beneficio de la comunidad.
La palabra ahora también es del pueblo y para el pueblo.
Con el apoyo gubernamental, de la industria, del comercio y de todos los trabajadores se celebra tan magna fecha.
La radiodifusión en Venezuela comenzó en 1926, durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez, gracias a los conocimientos técnicos de Luis Roberto Scholtz y Alfredo Moller, y a la influencia política del coronel Arturo Santana, edecán del general José Vicente Gómez, hijo del presidente de la República. Con el nombre de AYRE, obtuvieron el permiso oficial el 25 de septiembre de 1925, que no sólo les concedía la exclusividad de las transmisiones, sino también la venta de los receptores. En mayo de 1926 empezaron las transmisiones con un Western Electric de 1 kw y una antena sustentada por torres de 65 metros de altura.
El auge de la Radiodifusión, después de la muerte del general Gómez y durante los gobiernos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, dio pie para que se produjera una legislación sobre el uso de los medios Radioeléctricos. Es así como aparecen la Ley de Telecomunicaciones, aprobada por el Congreso Nacional el 12 de julio de 1940, la cual derogó la ley anterior del 27 de julio de 1936; y el Reglamento de Radio Comunicación, promulgada el 7 de febrero de 1941. Con estos instrumentos legales, el Estado rige la comunicación Radioeléctrica, con un sentido más moderno de equidad y justicia.
La radio en la actualidad, sigue siendo tan importante y notable, como lo fue a principios de su lanzamiento, la variedad de programas inundan las estaciones a lo largo y ancho del país, dándole así la oportunidad a cada uno de los habitantes tener libre elección sobre qué oir y dónde hacerlo, esto pues forma parte de un proceso de inclusión que sólo se hace posible en gobiernos democráticos, con políticas de desarrollo social, económico, cultural y moral.
Inclusión y desarrollo
Es por ello que en Venezuela a partir del año 2003, luego del golpe de estado perpetrado al presidente Hugo Chávez, surgen estos medios alternativos, denominados "Radio Comunitaria" que se ha vuelto un elemento de primera importancia en la experiencia organizativa de los barrios y comunidades de Venezuela. Además de entregar la palabra al pueblo, le permite comprender la necesidad de la organización y encontrar las formas para actuar fente a los problemas.
Radio Comunitaria, Radio Rural, Radio Cooperativa, Radio Participativa, Radio Libre, Radio Alternativa, Radio Populares, Radio Educativa, etc., son algunos de los nombres que se le atribuyen a las Radio Comunitarias.
Recientemente se dio a conocer a través de la Asociación Mundial de Radiodifusores Comunitarios en su conferencia Anual que su real función y objetivos “Se refiere a si misma por medio de una variedad de nombres, sus practicas y perfiles son aún mas variados, algunos son musicales, otras son militantes, culturales, educativas, informativas etc..”.
La Radio Comunitaria se localiza tanto en áreas Rurales aisladas como en el corazón de las grandes ciudades, que nacieron por la iniciativa de personas preocupadas por sus comunidades.
El concepto de Radio Comunitaria hoy en día esta presente en nuestra Constitución, ya existe el reglamento que las regula y las faculta para operar libremente una vez obtenida la concepción de la frecuencia.
La Inclusión forma parte de la democratización de los espacios radioeléctricos, durante el mandato del presidente Chávez, ya que toda la comunidad, la cual esta conformada por un conjunto de personas que residen en nuestra población y que están vinculadas estrechamente por una problemática común y características geográficas, históricas y culturales, sin discriminación de profesión, educación, raza, credo, sexo, etc; pueden formar parte de estos medios alternativos.
Los ciudadanos pueden participar como productor comunitario después de haber sido capacitado y acreditado por el operador, productor independiente, generando contenidos sonoros y audiovisuales, cónsonos con el objeto de los medios comunitarios, personal voluntario para la coordinación y ejecución de actividades de salud, deportivas, culturales, etc, que se promuevan desde y para el beneficio de la comunidad.
La palabra ahora también es del pueblo y para el pueblo.
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