sábado, 11 de junio de 2011

El IVIC muestra lo invisible

Una exhibición recorre el mundo de la microscopía y en especial el rol del microscopio electrónico en la investigación científica, destacando la intervención del científico Humberto Fernández-Morán como pionero de la microscopía electrónica en Venezuela, haciendo énfasis en su desarrollo personal y profesional.

Nada es impenetrable para el ojo humano. Así se demuestra en la exposición “La obsesión por lo invisible” deI Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y en la cual se revela la importancia de la microscopía para la ciencia y la salud, destacando además el aporte del científico venezolano Humberto Fernández-Morán, en ese mundo.

Un poro de la piel, una célula ósea de un fémur humano, células sanguíneas, células madre y espermatozoides atraídos hacia la superficie de un óvulo intentando penetrarlo, forman parte de las 200 imágenes tomadas por microscopios que se pueden observar en esta exposición, en la cual se aborda de manera divulgativa la microscopía, es decir el conjunto de técnicas y métodos destinados para hacer visibles los objetos de estudio que por su pequeñez están fuera del rango de visión del ojo humano.

En esta muestra se entienden las razones por las cuales el microscopio ha sido un aliado fundamental de la actividad científica: con éste se puede ver lo que ocurre dentro de mínimas partículas ubicadas en el interior de los seres humanos, plantas o minerales y que requieren la interpretación del investigador. “El ojo del científico ha ganado el camino en esa exploración del mundo microscópico. Sus conocimientos han dado significación y trascendencia a aquello que ve y antes era invisible a los ojos. El científico nos ayuda a percibir, a ‘conocer’, a  ‘adquirir’ el conocimiento que emana de lo visto” son algunas de frases que se aprecian en este espacio.

Las micrografías o imágenes capturadas por los microscopios ayudan a conocer más ciertos procesos y fisiologías de los seres vivos, el diagnóstico de enfermedades, la morfología interna y composición de los materiales, entre otras funciones. Por ello “nada por más pequeño que sea, puede ocultarse a la experta mirada del investigador científico. Gracias a él, su esfuerzo y su ingenio, el universo interior, hasta sus más diminutos componentes, están ahora a la vista de todos” según se señala en la muestra.

También se explica el largo recorrido de esta invención humana y cómo fue progresando. En “La obsesión por lo invisible” se puede apreciar una detallada cronología sobre los inicios de la microscopía, que se remontan al siglo XVI, y la  evolución y funcionamiento de los microscopios simples u ópticos hasta los electrónicos.

Los visitantes podrán observar en la exposición el microscopio del científico Luis Beauperthy, quien descubrió en 1854 la causa de la fiebre amarilla tras sus estudios, y también una serie de cinco microscopios del siglo pasado y pertenecientes a distintos laboratorios del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Asimismo los asistentes podrán observar imágenes tomadas por microscopistas del IVIC, la Universidad del Zulia y la Universidad de los Andes.

El gran microscopista
Para muchos venezolanos, la obra del científico Humberto Fernández-Morán no es invisible. En efecto, es uno de los pocos científicos que la comunidad local reconoce, según reveló la Primera Encuesta Nacional de Percepción Pública de la Ciencia, Cultura Científica y Participación Ciudadana que auspició el Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias (MCTI) en el año 2005.

Inventor de la cuchilla de diamante, fue quien fundara en 1954 el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), precursor del actual IVIC, y quien con la caída del gobierno de Marcos Pérez Jiménez, en 1958, decide radicarse en el exterior. Su biografía y legado se muestran en esta exposición luego de un acucioso inventario de sus bienes, donados en el 2005 por la señora Anna Browallius y que se empezaron a clasificar en el 2008.

Un total de 42 maletas de libros, documentos, equipos científicos y objetos personales provenientes de Suecia, donde murió Fernández-Morán en 1999, se trasladaron hacia nuestro país. En el IVIC, un equipo de expertos en colecciones clasificaron y registraron cerca de 30 mil objetos, que incluyen más de tres mil cartas, seis mil diapositivas, casi siete mil fotos en papel, varios cientos de libros, documentos científicos, separatas de artículos, revistas especializadas, equipos fotográficos, dos microscopios ópticos, condecoraciones y diplomas, títulos académicos, objetos personales, y hasta los prototipos de las famosas cuchillas y bisturíes de diamante; concebidos, diseñados y producidos por Fernández-Morán.

Varios objetos de este científico se muestran al público, entre estos las referidas cuchillas e incluso rocas lunares, las cuales recibió siendo investigador de la Universidad de Chicago por parte de la NASA, organismo que entregó para su análisis a cerca de 300 científicos de universidades estadounidenses muestras de rocas y suelos de la Luna, recolectadas en las primeras expediciones al satélite de la Tierra.

“La obsesión por lo invisible” además de abordar la microscopía y el rol del microscopio electrónico en la investigación científica, destaca la intervención de Fernández-Morán como pionero de la microscopía electrónica en Venezuela y su capacidad científica y tecnológica. “Fue uno de los precursores de la crio-microscopía agitando con ello el alcance de los microscopios electrónicos y su utilidad para la medicina y otras disciplinas científicas” se explica en la muestra.

Asimismo, el visitante podrá apreciar cómo la vida y obra de Humberto Fernández-Morán estuvo rodeada de circunstancias políticas complejas. El grupo que analizó los bienes de Fernández-Morán se dio a la tarea de reconstruir su biografía tras el análisis de sus cartas y diarios.

Desde su nacimiento en 1924, cada década de la vida de Fernández-Morán estuvo signada por varios acontecimientos: por ejemplo en los años 40, en pleno apogeo del nazismo, finaliza sus estudios de secundaria y comienza a estudiar Medicina en Alemania y a mediados de los años 50, con apenas 30 años, ya es una figura de renombre en Venezuela y recibe el apoyo de Pérez Jiménez para crear el IVNIC.

Los creadores de la muestra explican los sucesos más importantes de la vida de Fernández-Morán hasta su muerte en 1999, a la edad de 75 años.  De esta forma se busca mostrar a este zuliano integralmente haciendo “necesario desmitificarlo y aproximarse a él libre de prejuicios condenatorios o de ideas exacerbadas de idolatría” según se señala en la muestra, y gracias a la cual cada quien podrá formarse una nueva idea de uno de los científicos más conocidos de Venezuela.


Colección Legados
Para proseguir con el rescate del legado intelectual de su precursor, el IVIC promovió y patrocinó un arduo trabajo de localización, recopilación y digitalización de la obra escrita de Fernández-Morán. El equipo de especialistas se dio a la tarea de buscar en archivos y bibliotecas de varios países, libros, revistas, artículos científicos y divulgativos, ensayos, discursos y patentes de invenciones del prominente personaje, los cuales fueron digitalizados y recopilados como textos completos en un DVD, el cual se muestra en la exposición para que el público conozca de cerca esta herramienta digital. Se inició así la Colección Legados, que aspira continuar con la recopilación de los trabajos de los científicos venezolanos más destacados en los siglos XIX y XX y distribuirla en formato digital.




Dirección y Horarios
La exposición está abierta al público de lunes a viernes, de 8:30 a 4:30 pm. Se encuentra ubicada en la Sala de Exposiciones del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), el cual se encuentra ubicado en el kilómetro 11 de la Carretera Panamericana, estado Miranda.
Por María Teresa Curcio Granado





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